La cestería, un arte antiguo que ha perdurado a lo largo de los siglos, está experimentando un renacimiento en la decoración moderna. Las cestas de materiales naturales no solo son piezas funcionales, sino que también aportan una belleza rústica y un sentido de serenidad a cualquier espacio. En este artículo, exploraremos cómo puedes incorporar la cestería en la decoración de tu hogar, combinándola con plantas y otros elementos decorativos para crear un ambiente acogedor y ordenado, que evoque la calidez del hogar y la conexión con la naturaleza.

 

La Cestería: Arte y Funcionalidad

La cestería es una técnica artesanal que consiste en tejer fibras naturales, como el mimbre, el ratán, el bambú, la palma o el esparto, para crear cestas y otros objetos decorativos. Este arte ha sido valorado por su durabilidad y su versatilidad a lo largo del tiempo, y hoy en día, las cestas de materiales naturales son muy apreciadas por su estética simple y orgánica.

Estas cestas pueden adoptar diferentes formas y tamaños, desde grandes cestas de almacenamiento hasta pequeñas bandejas decorativas. Su textura y color natural aportan calidez y un toque artesanal a cualquier habitación, haciendo de la cestería una opción ideal para aquellos que buscan un estilo de vida más sostenible y conectado con la naturaleza.

 

 

Utilidades de las Cestas en la Decoración

Las cestas de materiales naturales son extremadamente versátiles y pueden cumplir una variedad de funciones en la decoración del hogar:

Almacenamiento: Las cestas son perfectas para mantener el orden en cualquier espacio. Puedes utilizarlas para guardar mantas en el salón, juguetes en la habitación de los niños, o toallas en el baño. Su capacidad para almacenar sin sacrificar el estilo las convierte en un elemento decorativo muy práctico.

Maceteros: Una de las formas más encantadoras de usar cestas es como maceteros para plantas. Al colocar una planta en una cesta, no solo añades un elemento natural a la decoración, sino que también integras las plantas de manera más orgánica en el ambiente.

Organización en la cocina: En la cocina, las cestas pueden usarse para almacenar frutas, verduras o utensilios. Además de ser funcionales, ayudan a crear una atmósfera cálida y acogedora, ideal para el corazón del hogar.

Elemento decorativo: Cestas de diferentes tamaños y formas pueden agruparse y colocarse en estanterías o mesas para crear un arreglo decorativo único. Combinadas con libros, velas o figuras, las cestas añaden un toque de textura y calidez al conjunto.

 

 

Combinación con Plantas y Otros Elementos Decorativos

Las cestas de materiales naturales se combinan maravillosamente con plantas, creando un ambiente que respira vida y serenidad. Aquí te dejamos algunas ideas para integrar cestas y plantas en tu decoración:

Plantas colgantes: Utiliza cestas como maceteros colgantes para plantas como la hiedra o los potos. Colgarlas en una esquina de la habitación o cerca de una ventana añade un toque de naturaleza sin ocupar espacio en el suelo.

Agrupación de cestas y plantas: Coloca varias cestas con diferentes tamaños de plantas juntas para crear un pequeño jardín interior. Esta agrupación puede situarse en el suelo, en una mesa baja o en una estantería, proporcionando un punto focal verde y natural.

Estilo bohemio: Para un look boho chic, combina cestas con plantas de hojas grandes, como el ficus o la monstera, junto a elementos como alfombras de fibras naturales, cojines con estampados étnicos y lámparas de mimbre. Este estilo invita a la relajación y a disfrutar de un ambiente informal y acogedor.

 

Vuelta a Casa: La Cestería como Refugio de Calidez

La cestería no es solo decoración; es un símbolo de hogar, de refugio. Al integrar cestas de materiales naturales en tu decoración, estás trayendo un pedazo de la naturaleza al interior, creando un espacio donde reina la calidez y el confort. Estas cestas nos recuerdan la importancia de lo sencillo y lo hecho a mano, y nos invitan a construir un hogar que no solo sea bonito, sino que también sea un lugar de paz y bienestar.

Incorporar cestas de materiales naturales en la decoración de tu hogar es una forma maravillosa de añadir funcionalidad, calidez y un toque de naturaleza a tus espacios. Ya sea como almacenamiento, maceteros, o simples elementos decorativos, las cestas te ayudarán a crear un ambiente sereno y organizado, perfecto para desconectar y disfrutar del hogar. Al final del día, la cestería no solo embellece, sino que también enriquece la experiencia de estar en casa, convirtiendo cualquier espacio en un verdadero refugio.

Decora con tonos neutros y suaves y, sobre todo, combínalos con  elementos naturales. Porque las plantas verdes y las plantas de flor siempre aportan vida dentro de casa.

Este otoño se consolida la tendencia de los colores neutros como el gris, el beige, los verdes y los rosas suaves, los blancos y, para darle un toque de atrevimiento, introducimos el color rojo. Son tonalidades que invitan al relax, a la serenidad, escenarios sin estridencias pero que podemos personalizar y darles un toque muy personal. Se trata de un estilo muy personal donde adquieren protagonismo los materiales orgánicos como la madera, el bambú o el cristal. Las fibras vegetales como el mimbre, la rafia, la cuerda, el yute, el algodón… Materiales sostenibles que encuentran su máxima expresión mezclados con plantas naturales, aptas para el interior del hogar. Es el momento de mirar hacia dentro y de decorar esos espacios que van a ser los protagonistas de nuestra casa durante los próximos meses. Combina cestas, faroles, velas, cojines, mantas, alfombras y muchos otros objetos, que encontrarás en los centros Jardinarium, con spathiphyllum, monstera, fastsia, kentia, areca, photos, ficus, dracenas, yuccas… Y un sinfín de plantas verdes, sin olvidar las crasas y los cactus, todo ello bien coordinado aportará paz y bienestar.

Si prefieres un toque sofisticado en los ambientes interiores, añade a la decoración el brillo del cristal en jarrones, cubremacetas, porta velas… y también del metal en una gran variedad de objetos, pero siempre con tonalidades muy tenues como, por ejemplo, el color champagne metalizado.