El árbol de Navidad natural es más ecológico que el artificial
Los abetos que se comercializan en nuestro centro de jardinería y mascotas van acompañados de una etiqueta con información sobre qué hacer con ellos una vez terminadas las fiestas
Llega la Navidad y en miles de hogares crece el deseo de reflejar ese espíritu y ambiente tan especiales. Para ello, la inmensa mayoría opta por el árbol, aunque tampoco faltan los belenes, los olentzeros o papanoeles ‘colgados’ y las luces de colores. Y entre los paladines del árbol de Navidad la duda que suele surgir es esta: ¿árbol natural o artificial? En el centro de jardinería y mascotas Mundo Verde-Garden Center lo tenemos claro: árbol natural, aunque algunos con matices.
Y que no se cuestione por ello nuestra conciencia ecológica. Nuestros antepasados empezaron en esto en el ya lejano 1900 con unos valores que aún conservamos y que conservaremos siempre de respeto y amor por la naturaleza. Aclarado este detalle tan importante, ¿qué es lo que hace que nos decantemos por el árbol natural, el abeto, en detrimento del artificial?
Precisamente esa conciencia ecológica está en la base de nuestro argumentario.
Los árboles de Navidad son una tradición que va a seguir ahí, y la opción del árbol natural es mucho mejor para el Medio Ambiente. Al menos los árboles naturales que comercializamos en Mundo Verde Garden Center, que proceden de producciones controladas y dedicadas exclusivamente a eso. El cultivo es ecológico y sostenible con el entorno. Donde queda el hueco del árbol retirado, se planta otro.
Todos los abetos que se venden en nuestra tienda de Sopelana van acompañados de una etiqueta con información sobre qué hacer con ellos una vez finalizada la Navidad.
El 75% de estos árboles sobreviven a las fiestas, de ahí que nuestra propuesta sea la de no tirarlos a la basura. Animamos a nuestros clientes a que los planten y cultiven, con la maceta directamente en la tierra, o, si lo prefieren, pueden entregárnoslos para que lo hagamos nosotros. Y en caso de que opten por tirarlo, les proponemos que lo depositen en un Garbigune para que se haga con él compost o biomasa.
Durante su crecimiento, los abetos naturales contribuyen a generar oxígeno eliminando el CO2 del aire, el gas responsable del efecto invernadero. Y no solo eso: también evitan la erosión del suelo y lo estabilizan y nutren, ya que cuando se cortan, las raíces y el tronco que quedan terminan pudriéndose y se convierten en compost natural. El cultivo de árboles de Navidad, por último, también beneficia a los animales, principalmente a las aves.