JAZMÍN MORUNO, DEL ROSADO AL BLANCO
Jasminum polyanthum
Se parece mucho al jazmín común (Jasminum officinale), aunque su follaje es más oscuro y denso y produce abundantes ramilletes de capullos rosados que dan paso a pequeñas flores blancas. Florece a lo largo de un mes en marzo o abril. Para cultivar dentro de casa lo encontrarás en pequeños tiestos provistos de un arco, globo o pirámide, donde se enredan los tallos. Si vive al aire libre se comportará como perennifolio o semiperennifolio según el clima. Puede alcanzar hasta seis metros de altura sujeto a una pérgola, celosía o valla.
• Ambiente: Sitúalo en un lugar muy luminoso y ventilado, incluso donde le dé el sol directo de la mañana. Puedes cultivarlo en el exterior en la costa mediterránea, Andalucía y el centro de España siempre que esté protegido del frío y el viento (soporta hasta -7º, pero no las heladas continuas). Vive bien al sol o con sombra ligera. Tolera el calor y la humedad ambiental.
• Sustrato: Cualquiera, incluso levemente calizo, pero con buen drenaje.
• Riego: No debe secarse del todo. Ha de ser regular en verano, pero sin excesos.
• Mantenimiento: Se debe pinzar regularmente para limitar la expansión y dirigir los tallos, ya que crece rápidamente y es muy voluble.
EL EXÓTICO JAZMÍN DE MADAGASCAR
Stephanotis floribunda
Desde la primavera al otoño, el jazmín de Madagascar emite ramilletes de fragantes flores blancas tubulares que parecen de cera y se abren en cinco lóbulos. En realidad se trata de una liana, por ello lo encontrarás en tu centro de jardinería en tiestos provistos de un soporte donde se enreda. Las hojas son lustrosas y coriáceas, de forma oval y color verde oscuro.
• Ambiente: Necesita humedad y un lugar ventilado y a resguardo del sol fuerte: lo ideal es una luminosa semisombra, a 16-18º de temperatura; en invierno no debería bajar de 10º ni superar los 30º en verano. La falta de luz puede provocar la caída de las flores. Se puede cultivar en el exterior si se cumplen esas condiciones y es una zona libre de heladas, como Canarias y algunos lugares de Andalucía.
• Sustrato: Rico, fresco y bien drenado.
• Riego: Dale agua de forma frecuente cuando esté en flor, de modo que no se seque el sustrato, pero procurando que no se acumule en la base del tiesto. Las pulverizaciones constantes compensarán la sequedad ambiental.
• Mantenimiento: Si los tallos se han extendido demasiado se pueden podar o pinzar a finales del invierno.
LAS MÁS EXQUISITAS
Gardenia jasminoides
La gardenia o jazmín del Cabo ofrece bellas y fragantes flores desde mediados de la primavera hasta septiembre. Recuerdan una rosa blanca o color crema de corola doble o semidoble, que amarillea al envejecer. Las hojas, brillantes y de un tono verde muy oscuro son perennes, y las matas, muy compactas. Las gardenias simbolizan los amores secretos y se entregan como halago a la belleza de una persona.
• Ambiente: Se puede cultivar dentro de casa, con la ventaja de que los ejemplares no se desarrollarán demasiado. Ubícala en un lugar muy luminoso y ventilado, cálido y húmedo, pero fuera de la luz directa del sol. Para vivir al aire libre necesita semisombra, calor suave (16-26º) y humedad ambiental; puede tolerar las heladas ligeras (hasta -7º, zonas 9-11).
• Sustrato: Procura que sea ácido, de consistencia media, permeable y enriquecido con materia orgánica. Debe permanecer siempre húmedo (no encharcado).
• Riego: Especialmente en verano no se puede descuidar el riego. Es conveniente regarla con agua no caliza (el exceso de alcalinidad le produce clorosis férrica), preferiblemente por inmersión si vive en un tiesto. Agradecerá las pulverizaciones constantes de agua sobre el follaje, pero evitando que se mojen las flores.