Hojas y flores: Existen híbridos con flores sencillas, semidobles y dobles, en una amplia gama cromática que incluye distintos tonos de blanco, amarillo, rosado, magenta y rojo, algunas con gradaciones de color. Las flores se apiñan sobre el follaje, formado por hojas grandes y carnosas de color verde oscuro, creando la impresión de un tupido ramo. Encontrarás ejemplares de Begonia elatior en flor prácticamente durante todo el año. Cultivo: La ubicación perfecta es frente a una ventana orientada al este o al oeste. Debe mantenerse en un ambiente sombreado pero con mucha luz, bien protegido del aire y por encima de los 12 grados (la temperatura ideal es de 18). El sustrato adecuado es ácido, compuesto de turba, cortezas y arena. Los esquejes, de puntas o de hojas con pecíolo, se plantan entre mayo y junio, y las semillas, en enero. Cuidados: Hay que regarla dos veces a la semana, pero con cuidado de no empapar la tierra: el exceso de agua puede provocar la pudrición de raíces y tallos. Necesita recibir nutrientes cada siete días. No conviene moverla durante la floración para que no se caigan los capullos. Las plagas más comunes que sufren las begonias son los trips, mosca blanca, pulgones, ácaros y hongos. No obstante, cada vez se producen variedades más resistentes.
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