Plantas Trepadoras
Muchas veces utilizamos como sinónimos las plantas enredaderas y las plantas trepadoras. Y aunque ambas tienen como punto en común que son capaces de cubrir paredes, cenadores o vallados, tienen una gran diferencia. Las trepadoras son capaces de sostenerse por sí mismas, mientras que la enredadera no es capaz y necesita un punto de apoyo. Los tallos de las enredaderas son largos y flexibles, lo cual le hace imposible mantenerse sin la ayuda de algún soporte que le sirva de tutor. Es decir, las enredaderas son plantas trepadoras, pero no todas las trepadoras son enredaderas.
Si estás pensando en cubrir una celosía de poca altura es más aconsejable una enredadera, porque pesará menos y es más fácil de controlar. Pero si lo que quieres cubrir es una gran pared la elección más idónea sería una trepadora. Si tienes dudas, o no tienes muy claro qué tipo escoger, pásate por nuestro vivero, a tan solo 20 minutos de Bilbao, y te ayudaremos a escoger la perfecta para ti.
Tipos de plantas trepadoras
Trepadoras con zarcillos
Seguro que te estás preguntando qué son los zarcillos, pues son ni más ni menos que el modo que tiene la planta de agarrarse a alguna superficie. Son unos pequeños filamentos alargados, que se retuercen para adaptarse y poder sujetarse. En realidad son sus hojas las que se transforman y crean esta especie de ventosa natural. Un ejemplo de este tipo de trepadora es la Passiflora caerulea.
Trepadoras autónomas
Su nombre se debe a que no necesita ayuda, de ahí su autonomía. Para sostenerse producen pequeñas raíces aéreas. Crecen bastante rápido, como es el caso de la hiedra común o la parra virgen.
Plantas trepadoras con espinas
En este caso su ayuda para trepar tiene forma de espinas, con las que se podrá fijar a distintas superficies o estructuras. Un ejemplo muy sencillo son los rosales trepadores. Por supuesto, para ayudarlas y guiarlas puedes atarlas para conseguir que se desarrollen mejor y vayan hacia donde quieres. Un ejemplo es la buganvilla, que es perfecta para cubrir cenadores.
Trepadoras apoyantes
En este caso no tienen nada con lo que sustentarse por sí mismas, por lo que necesitan un punto de apoyo. No es tan exagerado como sucede con las enredaderas, pero requiere de un tutor. Un ejemplo es la glicinia.
Las enredaderas
Sus tallos largos y flexibles están ideados para enredarse a una superficie como tutores, pilares o alambres. Necesitan una guía porque ellas solas no pueden trepar. Es el caso de la Ipomoea purpurea, más conocida como campanilla morada.
Y por supuesto existen las que tienen flores y las que no, las que crecen muy rápido y las que son de más lento crecimiento. También las hay de hojas caducas o perennes. Os vamos a explicar las características de las más populares y comunes. Pero ya sabes que puedes acercarte por nuestras instalaciones en Sopela, a 20 minutos de Barakaldo, para que nos preguntes todo lo que quieras saber sobre las plantas trepadoras.
Hiedra
Quizá la más famosa y la que todos pensamos como primera opción. Su fama se la ha ganado por su resistencia, porque se adapta a casi cualquier terreno y su rapidez en crecimiento. Pero debes también tener cuidado con ella, porque es considerada como una planta invasora, por lo que debes supervisar y cuidar su mantenimiento. Así evitarás cualquier daño innecesario. La debes podar una o dos veces al año para evitar que te llegue al techo o incluso a alguna tubería.
Su temperatura ideal es entre los 12º C y los 20º C, pero llega a soportar heladas. Mejor evita el sol abrasador, pero el sol moderado o la sombra son perfectos para las hiedras. Es de hoja perenne y su floración (que es en octubre) no es especialmente llamativa. Por supuesto, si te lo estás preguntando, puedes tener la hiedra en maceta, de unos 25 cm como mínimo de diámetro.
Jazmín
Sus características flores tienen forma de estrellas (blancas, amarillas o rosadas) agrupadas en ramillete. Todos los jazmines prefieren un lugar soleado y protegido y sus flores son olorosas, de hecho su fragancia es muy utilizada en los perfumes. Salvo el jazmín de invierno, que también tiene otras peculiaridades como que sus flores no huelen y florece todo el invierno.
En dos temporadas conseguirás que tu jazmín recubra pérgolas o pilares. Pódalo cuando termine su floración. Podemos encontrar diversas especies, con sus particularidades. Estas son algunas de las más bonitas:
- Jazmin de Madagascar: su cultivo para nosotros será en interior, ya que al proceder de la isla de Madagascar necesita temperaturas elevadas y estables, algo que nuestro clima exterior no puede darle. También requiere de luz abundante.
- Jazmín común: florece más cuanta más luz recibe y soporta alguna helada ocasional. En primavera florece el Jasminum polyanthum y en verano el Jasminum grandiflorum.
- Jazmín de Virginia o enredadera de trompeta: sus flores son anaranjadas, casi rojas. Y su primera floración puede tardar hasta 3 o 4 años, así que toca armarse de paciencia.
- Falso jazmín: su floración es espectacular, porque tiene entre 8 y 10 flores cada racimo. Y aunque se puede parecer al jazmín en sus flores y olor, en realidad no pertenecen al género Jasminum.
- Jazmín italiano (Trachelospermum jasminoides): es fácil de cultivar y con unas preciosas flores con forma de hélices.
Madreselva
Sus flores son en racimo y con colores que van desde el amarillo, el rosa e incluso el púrpura. El riego es importante, ya que si la tierra se queda seca sus hojas se volverán amarillas y se caerán antes de tiempo. Sí, es de hoja caduca. La poda debe ser contundente en cuanto pierda las flores, la soporta muy bien y así controlas mejor su crecimiento. Y a partir del mes de marzo un abono para geranios es aconsejable para su correcto crecimiento.
Tienen un olor muy agradable sus flores (florece en primavera) y se vuelve más intenso por la noche. Pero cuidado con sus frutos, que aunque parezcan unas apetitosas bayas no son comestibles. Así que hay que tener precaución con niños y mascotas y evitar que las ingieran.
Pasiflora, Flor de la pasión o Pasionaria
El nombre de pasionaria y la mención a la Pasión se debe a los misioneros que acudieron por primera vez a América del Sur. Le dieron el simbolismo de la Pasión de Cristo a la flor. Los 10 pétalos representan a los 10 apóstoles (sin Pedro por negar a Cristo, ni Judas por su traición) La corola representa la corona de espinas. Los tres pistilos son los clavos y los estambres los martillos de la crucifixión. Seguro que esta explicación religiosa te ha sorprendido tanto como a nosotros. Pero este nombre ha perdurado hasta la actualidad.
Es utilizada como planta medicinal, y seguro que la has visto en más de una infusión. El fruto de la Passiflora edulis es el delicioso, y ligeramente ácido, maracuyá. Para cuidar esta planta hay que protegerla de las heladas y colocarla en un lugar soleado. Cuando es joven necesitará que ates los tallos a algún soporte. Luego ella misma se sujetará, ya que formará zarcillos.
Glicinia
Su nombre científico es Wisteria. Se asemeja, en su modo de crecer, al de una parra y la hace perfecta para cubrir cenadores y pérgolas. Su floración es abundante y en forma de olorosos racimos violetas, rosas o blancas. Es de hoja caduca y su crecimiento es muy rápido. Pero su tronco leñoso necesita unos tres años para consolidarse. Puede llegar a ser muy longeva (incluso centenaria) si le damos los cuidados adecuados.
Necesita un mínimo de 5 horas diarias de sol directo, así que nada de sombra perpetua. Resiste alguna helada, pero no le entusiasman. Prefiere los suelos arcillosos y con humedad, pero nada de encharcamientos. Y una poda adecuada le ayudará en su crecimiento.
Buganvilla
El impresionante color de la buganvilla en verano no se debe a su flor, sino a sus brácteas que protegen a la flor que en realidad es muy pequeña. Las brácteas de la buganvilla pueden ser de color rojo, blanco,violeta o naranja.
Puede soportar hasta -7º, pero prefiere los climas templados y sin heladas. No soporta nada bien los trasplantes, ya que tiene raíces delicadas, así que debes pensar muy bien desde el inicio dónde quieres colocarla y también en el espacio para que crezca a largo plazo. Tampoco debemos pasarnos con el abono, porque no lo tolera demasiado bien. Ni hay que regarla demasiado, con una vez a la semana en verano suficiente. En invierno podemos olvidarnos del riego, ya que con el agua de lluvia será suficiente. Eso sí, necesita mucha luz.
Rosal trepador
Aunque los rosales necesitan poca presentación, no podemos evitar hablar de los rosales trepadores, porque son unas plantas espectaculares. Suelen alcanzar los 5 metros de altura. Los hay de muchos colores (amarillos, rojos, rosas, blancos) y también de muchos tamaños de flor (desde grandes hasta pequeñas en forma de ramillete)
Con cuatro horas a diario de luz es suficiente, incluso hay especies que preferirán la sombra. Necesita humedad pero sin encharcamiento y para ayudarle en la floración es recomendable abonarlos desde el final del invierno.
Dipladenia
También es conocida como mandevilla. Sus flores tienen una característica forma de trompeta de un color rosa muy intenso. Florece desde junio hasta octubre. Es una planta trepadora muy bonita, pero también muy delicada.
En otoño debes podar las ramas excesivamente largas y disminuir el riego. En invierno la tierra debe estar poco humedecida. Desde abril es recomendable que la riegues con fertilizante. Y en verano necesita que la atmósfera sea húmeda. Por supuesto no resiste las heladas, ya que no soporta temperaturas inferiores a los 3º.
Lúpulo
El humulus lupulus es una planta originaria de Europa. Y sí, por lo que se ha hecho internacionalmente famosa es por ser uno de los ingredientes principales de la cerveza. Pero también se usa desde la antigua Roma como infusión para trastornos gástricos.
Se trata de una planta perenne de crecimiento rápido. Necesita sol o semisombra para su crecimiento y humedad constante, sobre todo cuando todavía es una planta joven. Se adapta mejor a los suelos ácidos que a los arcillosos porque no soporta el encharcamiento.
Esperamos que esta visión genérica de todas las posibilidades que te ofrecen las trepadoras te hayan servido para escoger aquella con la que quieres cubrir tu cenador, para unas largas sobremesas. Podrás disfrutar de sus olores, sus colores y, por supuesto, de la sombra que generan en las calurosas tardes de verano. Cada planta trepadora requiere unos cuidados específicos así que si tienes dudas puedes preguntarnos en nuestro vivero, a 12 minutos de Leioa.